¿Hay realmente futuro en el mundo rural?
¿Se puede vivir actualmente en el campo sin que tengas que ser jubilado o que estés viviendo de rentas o que seas rico?
¿Hay realmente oportunidades de trabajo, oportunidades profesionales, oportunidades de vida en el campo hoy en día?
De todo eso te hablo en este primer episodio de 2025.
Si te quedas un rato conmigo, te cuento.
Si te quedas un rato conmigo, te cuento.
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Transcripción del podcast
Cada vez me encuentro más gente, me escribe más gente, me contacta más gente preguntándome,
«Oye, Raquel, ¿realmente estás diciendo la verdad?
¿Realmente se puede vivir actualmente en el campo?»
Pues de eso te quiero hablar hoy y te quiero hablar de cuál es el panorama actual del mundo rural.
Te quiero hablar de quién habita en el campo hoy en día.
Te quiero hablar de oportunidades profesionales en el mundo rural, de desafíos también y de beneficios.
En cuanto al panorama actual del mundo rural.
El mundo rural está desde hace muchos años, pero sigue evolucionando constantemente, no está estancado.
Eso es un estereotipo.
Sabes que actualmente todo va muy deprisa o tenemos la sensación de que todo va muy deprisa.
Todo lo que ocurre a nivel social, a nivel económico, a nivel de lo que sea, estamos hiperconectados y el mundo rural no está fuera de eso.
No quiere decir eso, que quien quiera no pueda irse al campo y estancarse y aislarse, porque el mundo rural hoy en día, desde mi punto de vista, es mucho más libre que el urbano.
No en todos los sitios, no en todos los países, no en todos los lugares, pero realmente puedes si quieres perderte.
Hay lugares para perderte, pero si no es tu caso, si no quieres realmente irte a vivir al campo y desaparecer y perderte y olvidar a la civilización para siempre, si lo que quieres es seguir conectado, pero llevar otro estilo de vida, ese estilo de vida más tranquilo, más conectado con lo natural, ese otro estilo de vida que sueñas, el mundo rural está ahí, está influenciado por todo lo que pasa en el mundo, por supuesto, está influenciado por la evolución de la sociedad, porque forma parte de ella.
No es algo aparte.
No toda la vida está en la ciudad.
El campo existe y es parte de todo, de la vida.
El mundo rural hoy en día adapta lo tradicional y lo natural con la tecnología y también con las nuevas necesidades.
Dicho esto, ¿quién habita actualmente el mundo rural?
Existe ese otro estereotipo de que en el mundo rural solo hay viejos, cuatro viejos y que cuando ya no estén estará despoblado y ahí no querrá vivir nadie, no vivirá ni Dios
Pues no, no es así.
En el mundo rural están esas personas autóctonas.
Esas personas que tienen lo rural en sus raíces, de sus familias, de sus antepasados y que luchan y siguen luchando porque su espacio siga un desarrollo acorde a su territorio.
Defienden su raíz, su tradición, su manera de hacer, pero no le dan la espalda ni a la tecnología ni al progreso.
Lo que no quieren es que les impongan una civilización de despacho de ciudad.
También hay personas que vienen de la ciudad o de otros lugares, como me pasó a mí en su momento.
Yo soy una neorrural con mucha experiencia y somos gentes que traemos nuevas ideas, nuevas maneras de relacionarse.
Damos un nuevo valor a los lugares, un valor que cuidado, a veces los autóctonos, no siempre, como he dicho, hay muchísima gente autóctona, originaria del mundo del mundo rural que valora lo que hay.
Pero hay otros que no ven, no entienden por qué alguien de una ciudad quiere irse a vivir a un lugar, al campo, que solo hay campo y bosque y tierra y ya está.
Ese valor hay que hacerlo ver, hay que ponerlo en valor y de eso tienen mucha culpa también la gente que se ha ido de la ciudad al campo.
Hay otras muchas personas que simplemente lo que buscan es tranquilidad, buscarse la vida en el campo, vivir pues con lo que puedan aportar, ofreciendo sus servicios y además son gente que crean nuevas necesidades también.
Y como digo, existe ese otro grupo que sí que no depende, digamos, de nada externo.
Son ese grupo de jubilados, ese grupo de gente que vive de renta, incluso de ricos, por así decirlo, que pueden vivir donde quieran, pero también eligen vivir en el campo y que también crean nuevas necesidades y nuevas oportunidades al lugar.
Con todo esto, lo que quiero decir es que el mundo rural no está desierto.
La población es mucho menor que las zonas urbanas, pero tiene sus necesidades y sus inquietudes propias y en todas las edades.
Ahí está el hueco para cada uno.
Todo el mundo es válido en el mundo rural.
Por eso cuando me dicen, No hay trabajo en el campo, el trabajo está en las ciudades.
No me lo creo.
En el mundo rural falta mano de obra, falta gente, faltan ideas.
Faltan nuevos proyectos, ganas e iniciativa para llevar a cabo esas ideas.
Falta gente en profesiones tradicionales y manuales para solventar problemas del día a día, problemas que tenemos todo el mundo en nuestras casas.
Falta mano de obra para lo agrícola, aun tecnología que hay, pero sigue faltando mano de obra en el sector primario y falta, por supuesto, personal de gestión, de coordinación, de organización, de administración. comercial, fiscal, contable, falta personal para atención, personal, para atención a las personas.
Hace falta gente para rehabilitar viviendas, para poderlas poner a disposición de quien las necesite, de quien las solicite.
Falta, y esto es lo que más falta, compromiso, responsabilidad y autonomía para tomar las riendas de ideas concretas y llevarlas adelante.
Es cierto que el mundo rural tiene, por supuesto, sus desafíos, tiene sus propias vulnerabilidades.
Hay gente autóctona que realmente no valora el territorio, por supuesto que la hay, como en todos lados, que ven oportunidades a corto plazo, como por ejemplo todo este tema que está sucediendo con las energías renovables, esta imposición de implantar proyectos que destruyen el territorio, estas energías renovables, sea en forma de molinos, sea en forma de huertos solares, mal llamados huertos solares, que realmente lo que están haciendo es arrasar bosques, arrancar o abandonar cultivos, destrozar espacios para ganadería.
Pero esta gente la hay en todos lados, la hay en el mundo rural, la hay en las capas de mando, en las capas de poder, en las clases políticas, oportunistas, cortoplacistas, los hay en todos lados.
Y sí, eso es pan para hoy. y hambre para mañana.
Por eso es necesario luchar y defender el territorio y el modo de vida rural, porque el mundo rural es vida, es abundancia, es incluso autosuficiencia, algo que está claro que molesta al modelo de poder actual y sí es posible combinar tradición, tecnología y progreso y hay muchos proyectos que lo están consiguiendo, pero para eso hay que tomar conciencia de qué es lo que está ocurriendo, de qué es lo que pasa, transmitirlo y defender el territorio.
Da igual que el lugar donde vivas en el mundo rural no sea tu país, tu lugar de nacimiento.
Es igual, es tu lugar de vida actual.
Te gusta, estás a gusto, quieres vivir ahí, defiéndelo.
Pero aún así, con toda su despoblación, con todos sus desafíos, el mundo rural no deja de tener beneficios.
Tiene incomodidades, por supuesto, pero esas incomodidades siempre son superadas por los beneficios.
Ese entorno natural, ese contacto con la naturaleza, ese poder ver las cosas con distancia, ese poder calmar la mente para poder pensar, reflexionar con tranquilidad, para poder ser tú mismo, para poder crear esas relaciones mentales tan necesarias, tan increíblemente necesarias hoy en día.
Es el lugar donde todavía existen esas relaciones personales.
Es estrechas, ese sentimiento de comunidad, esa necesidad de comunidad de ayudarse los unos a los otros porque es necesario por la supervivencia de el colectivo.
Es un espacio de aprendizaje constante en todo, en lo mental, en lo espiritual, en lo físico, en lo social, en lo económico, en todo.
Todo eso es beneficio.
La comodidad de la vida urbana crea la incomodidad de la vida rural crea fortaleza, crea personas fuertes.
Por eso te digo que irse a vivir al mundo rural hoy es más que posible.
Está lleno de oportunidades.
Por supuesto, hay que prepararse en todos esos aspectos que he comentado, mental, físico, espiritual, social, en todos.
Hay que prepararse, hay que planificar, hay que enfocarse.
No es fácil, no es cómodo, no es esa comodidad, esa falsa seguridad urbana, no lo es.
Pero es posible.
Si sueñas con un estilo de vida natural en el mundo rural, conectado con la naturaleza, conectado con el origen, te aseguro que es posible.
Espero que este episodio te haya resultado interesante, que te haya hecho reflexionar, que te haya abierto la mente a lo que es el mundo rural hoy.
Es mi simple experiencia, es mi visión, lo sé, pero llevo los años suficientes en el campo, en España, en Francia y hablando constantemente con gente, viviendo los problemas, los desafíos, los retos y los beneficios del mundo rural para decirte que Sí es posible.
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