En este episodio te cuento qué es eso de la astenia primaveral y cómo afecta a tu vida en el campo.
Si estás pensando en irte a vivir al campo, esto te interesa.
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RESUMEN
Como he ido diciendo a lo largo de los últimos episodios de este podcast De la ciudad al campo donde he hablado de la primavera, es precisamente esta época, la que invita a salir del letargo invernal, poner en marcha proyectos o continuar los aparcados en invierno, salir a hacer ejercicio, a pasear o hacer trabajos de renovación y mejora.
Los días son más largos, el frío intenso quedó atrás, toda la naturaleza está en plena explosión, renacimiento y efervescencia y el cuerpo pide ponerse en marcha.
Pero, hay algo que a veces ocurre, de hecho es bastante frecuente, que es la astenia primaveral.
Por si no la conoces, la astenia primaveral, es un fenómeno que afecta a muchas personas durante la transición de los meses de invierno a la primavera.
Se reconoce fácilmente por una sensación generalizada de fatiga, falta de energía y cambios en el estado de ánimo.
Esta condición puede ser especialmente desafiante cuando tienes tantas ganas de hacer cosas, de disfrutar del renacimiento de la naturaleza y hacer actividades al aire libre, y el cuerpo no te responde.
¿Por qué ocurre esto?
Son varios factores que pueden contribuir a la astenia primaveral.
Uno de los principales es el cambio en la cantidad de luz solar disponible durante el día. Durante el invierno, los días son más cortos y oscuros, lo que puede afectar los ritmos circadianos y causar desequilibrios en los niveles de serotonina y melatonina en el cuerpo, lo que a su vez puede afectar el estado de ánimo y los niveles de energía. Además, la alteración de los ritmos circadianos puede afectar la calidad del sueño, lo que contribuye aún más a la fatiga y la falta de energía.
Otro factor es el cambio en la meteorología.
Días de temperaturas suaves alternados con días fríos, días muy calurosos, lluvia, sol…
Eso afecta al cuerpo.
Es época de nuevos resfriados y enfriamientos.
Otros factores que pueden contribuir a la astenia primaveral incluyen cambios en la dieta y la actividad física.
Durante los meses de invierno, se come de otra manera, la actividad física disminuye.
Llega la primavera y cambias los hábitos, de sueño, de alimentación, de actividad.
El cuerpo no está acostumbrado y se resiste.
Cómo combatir la astenia primaveral
Aunque la astenia primaveral puede ser desafiante, hay varias estrategias que se pueden utilizar para combatirla.
Una de las formas más efectivas es mantener hábitos de sueño saludables, como establecer una rutina regular de sueño y asegurarse de dormir lo suficiente cada noche. Con tantas horas de luz a veces es difícil.
Esto puede ayudar a estabilizar los ritmos circadianos y mejorar la calidad del sueño, lo que a su vez puede reducir la fatiga y aumentar los niveles de energía.
Qué más, pues obviamente cuidar la alimentación. Consumir alimentos ricos en vitaminas y minerales, como frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, eso proporciona al cuerpo la energía y los nutrientes necesarios para enfrentar el día con vitalidad.
Por supuesto es importante mantenerse activo físicamente y pasar tiempo al aire libre siempre que sea posible porque es ahora en primavera, cuando el clima es más propicio para actividades al aire libre.
Y piensa también que el cuerpo también se alimenta a través de la respiración y la piel, así que es el mejor momento para salir a alimentar tu cuerpo.
Otro desafío importante de la primavera, que por suerte afecta a menos personas son las alergias primaverales.
Yo soy sufridora de alergia primaveral a ciertos tipos de polen y al heno y te aseguro que es algo muy desagradable.
Pero bueno, los desafíos están para afrontarlos, para aprender, de tu cuerpo, del entorno. A veces estas dolencias sirven para que pares, para que frenes el ritmo frenético con el que afrontas la primavera. Son toques de atención. Hay que aprender de ello.
Porque en el fondo, como he dicho muchas veces, llevar una vida tranquila y sin estrés es algo que hay que aprender a practicar. Hay personas que por su manera de ser lo consiguen, hay otras que somos más activas o hiperactivas y aun viviendo en el campo, nos estresamos, queremos abarcar más de lo que podemos.
Lo importante es darse cuenta de ello, calmarte, disfrutar y ayudarte del entorno para volver al equilibrio.
Disfrutar de tu lugar y tu vida en el campo, en armonía con la estación del año que sea.
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