TRABAJO y OPORTUNIDADES en el campo - De la ciudad al campo

Suelo escuchar con demasiada frecuencia, que en el campo no hay trabajo.
Que sí, que está muy bien eso de vivir en el campo pero? qué pasa si no encuentro trabajo. Que la gente tiene que abandonar el campo porque no encuentra donde trabajar.
Hoy quiero desgranar y rebatir ese «mito», porque desde mi punto de vista es erróneo. Y lo es porque se toma desde una perspectiva urbanita.

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En el campo no hay TRABAJO, HAY OPORTUNIDADES

En el campo no hay trabajo, se dice.
Y yo te digo, de acuerdo, en el campo no hay trabajo, lo que hay son OPORTUNIDADES.

Porque el trabajo que no hay en el campo, es ese concepto de trabajo que tenemos metido en la cabeza, que nos han inculcado años tras años, ese concepto de trabajo heredado del siglo pasado. Ese concepto que nos enseñaron en la escuela o en la universidad.

Estudia y busca una empresa que te contrate. Se un trabajador asalariado, consigue un trabajo fijo y quédate ahí hasta que te jubiles.

Pero eso ya no funciona, hace tiempo que no funciona y lo sabes.
Cada vez funciona menos en la ciudad y tampoco en el campo.

En la ciudad no es fácil emprender.
El emprendedor suele ser un pequeño autónomo, a veces un autoasalariado.
A veces es una pequeña empresa familiar o de pocos socios con una estructura pequeña.

O a veces freelancers que trabajan para diferentes proyectos.
Porque lo cierto es que la ciudad es la cuna para las grandes empresas. Por eso en la ciudad es donde tradicionalmente hay más oferta de trabajo y es más fácil ser asalariado.

Eso está cambiando, está evolucionando, porque estamos en un momento muy cambiante.

El otro día me encontré una situación chocante cuando en un gran supermercado al que entré, en los alrededores de una ciudad, en el que vi a varios trabajadores reponiendo estanterías, un empleo habitual . Pero lo que me chocó, fue que en un pasillo había un robot inventariando el género de las estanterías. Es decir, personas haciendo el trabajo bruto y un robot haciendo el trabajo más intelectual, en fin, para reflexionar…
Pero bueno, no es mi intención analizar las circunstancias laborales en la ciudad.
Vamos al campo.

Bajo mi punto de vista, en el campo es más fácil emprender.
De hecho la gente tradicionalmente de campo son emprendedores. Me explico.

Los agricultores y ganaderos muchas veces trabajan sus tierras o las que tienen arrendadas. Y ese trabajo consiste en gestionar esa tierra o ese ganado, de principio a fin. Es un trabajo duro, que comprende un amplio abanico de tareas. Y muchas veces los productores están unidos en cooperativas y asociaciones para optimizar recursos. No todos son propietarios o arrendadores, a veces son jornaleros pero son gente muy polivalente.

Lo mismo ocurre con otros oficios. Albañilería, electricidad, fontanería, cuidados personales, servicios de alimentación, transporte, suelen ser autónomos o pequeñas sociedades.
Por supuesto que todo este entramado de pequeña empresa y por supuesto empresas más grandes, que también las hay, ofrecen trabajo asalariado, siempre se necesita personal.

De hecho tengo que decir que no conozco personalmente a nadie que se haya ido a vivir al campo y no haya encontrado trabajo.

Obviamente no siempre es lo que buscaban o lo que esperaban inicialmente, pero hay que adaptarse, darse a conocer e ir pivotando (algo indispensable y que comenté en otro de mis videos)

El caso es que como he dicho en el campo es más fácil emprender, porque las relaciones personales, con otros autónomos y con empresas son más estrechas, más directas, más fáciles, incluso con las instituciones, un alcalde, un cargo público es a veces tu vecino, es asequible, y eso es importante tenerlo en cuenta, puedes acceder a hablar, a proponer más fácilmente a las personas.

Y por otro lado emprender te permite desarrollarte personalmente, ya que necesitas aprender y desarrollar muchas habilidades, más allá de la profesión que ofrezcas o el servicio que des. Y eso te empodera, te hace ver de lo que eres capaz. Además te permite conocer ampliamente el lugar, porque tienes que tratar con mucha gente del territorio. Vas a conocer y vas a darte a conocer.
Y además puedes tener posibilidades de ampliación, sea a través de líneas de ayudas, o en asociación con otros proyectos, etc.

Resumiendo.

Decía al principio, en el campo más que trabajo hay oportunidades.
No es cierto que no haya trabajo, no lo veo así.

Pero lo que hay sobre todo es necesidad de gente que quiera ir a aportar a ofrecer un servicio, a solucionar problemas y necesidades.

A veces lo que en la ciudad sería un trabajo, en el campo es un emprendimiento. Pues adelante, qué problema hay?
La fiscalidad a veces es un problema? Sí, es cierto.
No te gusta enfrentarte a problemas y retos?
Pues entonces quizás el campo no es para ti.

Una cosa tengo clara. El mundo que conocíamos hace tres años, ese que tanto ha cambiado, ya no va a volver.
Es necesario plantarle cara al futuro con conciencia, tomando las riendas.
Hay demasiada gente esperando milagros, esperando que les solucionen la vida, que les den esto o lo otro. Hay demasiada demanda y poca oferta.
Es el momento de ponerse en marcha.
Y el campo está lleno de oportunidades.

Te lo aseguro.

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